Sabiduría Diaria 17.10.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA) Este camino es de gran simplicidad. Y es gracias a esa segunda generación de discípulos cristianos a quienes llamamos las madres y padres del desierto, esos primeros monjes, que tenemos este simple método de oración, la oración del corazón, que todos podemos practicar. No es para un grupo selecto ni para santos. Es para personas como nosotros. La meditación cristiana tal como la practicamos, se encuentra arraigada en las enseñanzas de Jesús sobre oración y sus enseñanzas sobre discipulado – y no las podemos separar. Tenemos que encontrar a Cristo en nuestro interior para poder seguirlo cada día de nuestra vida. Eso es lo que nos dieron esos primeros maestros del desierto y lo que John Main, el fundador de nuestra comunidad redescubrió, aparte de reconocer que era algo de gran valor para los cristianos actuales, como nosotros, que estamos tratando de ser discípulos en mundo totalmente diferente, de grandes distracciones, de gran materialismo, de gran consumismo y de gran estrés. ( Christian Life in the Light of Christian Meditation 1 - Discipleship, Laurence Freeman OSB )