Sabiduría Diaria 26.12.19
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, CANADA) Otro tatuaje a remover, por doloroso que sea, es nuestra adicción a la violencia. Esto surge de la polarización y de la negación de ver la realidad desde el punto de vista de nuestro oponente. Pero transferir la atención de uno mismo a otro requiere una mente liberada de la proyección inconsciente, de la fantasía y de todo apego. John Main, haciéndose eco de las enseñanzas de los primeros maestros cristianos de la oración, dijo que «la imaginación es el enemigo de la oración». En la obra del mantra «renunciamos a todas las riquezas del pensamiento y la imaginación» al «dejar a un lado» los pensamientos. La mente contemplativa se expande a través de esta práctica, ayudándonos a ver la realidad de la que somos parte. Y al controlar la fantasía, esto libera la imaginación superior y creativa. Cualquier meditador experimentado sabe renunciar incluso las buenas ideas y las soluciones a los problemas en el «tiempo del trabajo». Desviar nuestra atención de la palabra o mantra a las ideas durante la meditación reactiva el apego e interrumpe el trabajo de pobreza y sencillez al que estamos llamados hasta que suena la campana. (Meditatio Newsletter, October 2019, Laurence Freeman OSB )