Sabiduría Diaria 16.11.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, ITALIA)
Las endorfinas interactúan con los receptores de opioides en el cerebro y por eso reducen nuestra percepción del dolor, actuando como la morfina o la codeína. Pero la felicidad que viene desde las Bienaventuranzas, desde la oración profunda, es diferente. Sabemos también, a través de investigaciones que si pasamos mucho tiempo con las endorfinas, nos volvemos adictos a ellas - ese tipo de felicidad que surge cuando compramos cosas. Demasiadas endorfinas nos hacen estar nerviosos. Tememos que la sensación terminará. Tememos que algo malo pasará. Así que eso no es felicidad. La felicidad de que hablan las Bienventuranzas es la santidad. La palabra griega para feliz es makarios, que también se puede traducir como bendecido o santo. La felicidad es la santidad del camino espiritual. ( Christian Life in the Light of Christian Meditation 2 - Holiness, Laurence Freeman OSB )