Sabiduría Diaria 12.09.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, IRLANDA)
(...) el Padre, el Hijo y el Espíritu son coeternos. No es que el Padre venga primero, luego el hijo y el Espíritu. Son coeternos. Forman parte de un eterno presente y de una dinámica de amor que se auto genera. Pero el Padre es tradicionalmente entendido como el Abismo del Ser. El Hijo, el Verbo, la Palabra, la segunda persona, es engendrado eternamente con el Padre, es uno con El, pero al ser, se vuelve la expresión visible del Padre. Y en la tradición Cristiana, la Palabra se encarna en un ser humano individual en un tiempo determinado y particular y en un cierto lugar. Y ese individuo particular, Jesús, que sabe quien es, y se entiende a sí mismo, ha encontrado su ser real en relación al Padre. Esto lo vemos claramente en el evangelio de Juan, el más místico y teológico de los evangelios y el ultimo evangelio. ( Finding Oneself 2, Meditatio Series 2017D, Laurence Freeman OSB )