Sabiduría Diaria 11.08.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, CANADÁ)
Querer ser el centro de todo es una gran ilusión humana: la ilusión de Lucifer de querer ser como Dios. Sólo Dios no tiene límites; solo Dios es el centro de todo. Dios es aquel cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia no está en ninguna parte. Si pensamos en nosotros mismos o nos sentimos así, estamos engañados y somos peligrosos. Es un estado patológico, una enfermedad mental que podría terminar en una sala psiquiátrica, o podría terminar como un asesino en serie o un asesino en masa, como un dictador de una sociedad. Necesitamos límites para avanzar, más allá de ellos, hacia lo ilimitado. El propósito de encontrarse a uno mismo es moverse de un mundo en el que pensamos que somos el centro de la realidad, al mundo real, que es Dios, El que es verdaderamente ilimitado. ( Finding Oneself 1, Meditatio Series 2017C, Laurence Freeman OSB )