Sabiduría Diaria 06.07.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BELGICA)
El verdadero otro es esencial para la mente mística y amorosa. La otredad estimula a la mente a dejar ir sus puntos fijos y a expandirse más allá de sí misma, ampliando la visión que tenemos del mundo y de nosotros en él. Al estar frente al otro, tenemos que dejar ir el juego de dramatizarlo. Esto es un poco lo que sería el término ‘mente católica’ pues se ha enfrentado al otro que no podemos describir o controlar. La mente católica busca intuitivamente incluir y no rechazar, aun cuando se encuentre con un abismo de diferencia en el otro, considerándolo equivocado y amenazante. Los primeros registros de ‘catolicismo’ en la cristiandad aparecieron en el siglo II y previnieron a la religión desarrollarse como una secta cerrada y llena de prejuicios. Para el siglo V San Vicente de Lerins lo definió como aquello que ha sido conocido desde entonces, siempre y por todos. Es algo difícil ser católico, pensaríamos, pues debe comprehender todo universalmente, como sólo Dios – y la mente de Cristo – pueden.
( Meditatio Newsletter, October 2010, Laurence Freeman OSB )