Sabiduría Diaria 01.07.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, FRANCIA)
De todos los líderes de la humanidad, Jesús es el que más fuertemente impulsó el ministerio de reconciliación con sus discípulos. El considera la acción de hacer la paz como un elemento esencial de la verdadera felicidad. Más que nada, nos muestra que la paz verdadera no es un estado negativo – sólo la ausencia de conflicto – sino una energía de plenitud, que como todas las formas de energía se puede transferir. Y les dice a sus primeros discípulos que pueden dar la bendición de paz y que si es rechazada, ‘regresará a ellos’. Espiró sobre ellos, en su cuarto lleno de miedo y les dio su paz, no como la da el mundo sino su propia paz. El miedo que destruye la paz es parte del mundo que Él ha trascendido. Debido a nuestra ignorancia no podemos ver o confiar en esto, sin embargo, en nuestra profundidad interior, podemos encontrar esta energía, siempre fluyendo, incondicional y generosa hasta el punto de la trascendencia. Él mismo es nuestra paz porque ha hecho de los dos uno y ha formado a la humanidad en ‘una nueva persona’. Tocar su presencia implica que quedemos limpios de miedo y energizados para transmitir esa paz – que surge de Él y que Él es a la vez – a todas las relaciones de nuestras vidas.
( Meditatio Newsletter, September 2014, Laurence Freeman OSB )