Sabiduría Diaria 17.06.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, COREA)
Pero vamos notando que los frutos del Espíritu van surgiendo desde lo profundo de nuestra propia naturaleza. Son los componentes del regalo de nuestro yo, el regalo de la existencia que encarnamos como seres humanos en la fe cristiana. Y estos frutos que vemos surgiendo en nuestra vida y en nuestras relaciones no sólo son aspectos psicológicos. Cuando los vemos desde la luz de la fe entendemos que son las cualidades de la vida divina que aparecen en nosotros desde nuestra propia naturaleza: el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la bondad, la gentileza, la fidelidad…y no son nuestra propia creación. No son el resultado de nuestra voluntad. Son la manifestación natural, la evolución, el crecimiento de loa elementos esenciales de nuestra propia naturaleza, que son las cualidades de la vida divina, las cualidades del Espíritu. Por lo mismo lo vemos como un ejemplo del proceso de divinización. Dios se volvió hombre para que el hombre fuera uno con Dios.
( Map of the Journey, Meditatio Talks 2011 C, Laurence Freeman OSB )