Sabiduría Diaria 15.02.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA) No hay nada más obvio que Dios debe habernos amado primero. Por Amor a nosotros Dios nos ha creado. Nada es más obvio, pero es lo obvio que siempre olvidamos. Lo que aprendemos en la meditación es recordar eso, recordar que Dios nos amó primero, y al abrirnos a esa verdad, al aceptar esa verdad, experimentamos el amor de Dios que inunda nuestro corazón más íntimo a través del Espíritu Santo que nos ha dado. Nos sentimos amados, nos aceptamos como amados, nos dejamos amar. Eso es lo que estamos haciendo en la meditación. Y es como resultado directo de eso, que tenemos el poder de amarnos a nosotros mismos y amar a los demás, y amar a Dios. (Aspects of Love 3, Laurence Freeman OSB)