Sabiduría Diaria 04.01.2019
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, IRLANDA)
Todos tenemos un ego, que puede bien ser un tirano o un sirviente. Nuestro ego nos puede dominar, especialmente cuando estamos sufriendo un ataque o nos sentimos inseguros o estamos pasando por un mal momento o tenemos una transición en nuestra vida. Nuestro ego se puede agitar, tener miedo, asustarse o estar lleno de deseo. Por eso debe estar siempre bajo control. El ego debe ser un sirviente que nos permite hacer este trabajo de Dios con el menor auto interés o auto centramiento, con tan poco ‘yo’ como sea posible.
( Meditating as a Christian, Laurence Freeman OSB 2013 C )