Sabiduría Diaria 13.10.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BELGICA)
Históricamente, el más grande logro de consciencia, cuya influencia la humanidad sigue asimilando, es lo que los historiadores llaman la era axial, el descubrimiento de nuestro mundo interior. Este fue el resultado de muchos logros que fueron diseminando esta sabiduría del corazón humano por medio de las tradiciones religiosas y sus icónicos maestros individuales: los profetas hebreos, los autores de los Upanidhads, Lao Tze, Confucio, Buda. Sin embargo, estos avances llegaron en épocas de gran inestabilidad y agitación social y sus maestros individuales, incluyendo a Jesús – que puede ser visto como la culminación cultural de esta herencia de la humanidad – conocieron más al fracaso que al éxito. Esta perspectiva de la historia humana, que es parte de la gran historia evolutiva de la naturaleza, nos hace ser humildes a la vez que nos proporciona esperanza. Puede ser que no nos prevenga de repetir los mismos errores, pero nos ayuda a entender mejor el hecho de estarlos haciendo. Nos previene de los peores excesos del egoísmo colectivo, esa ilusión antropocéntrica que nos permite explotar los recursos naturales y a los miembros más vulnerables de la humanidad. Estos son los verdaderos problemas morales de nuestro tiempo. Pero aún más profundo que lo moral, está lo espiritual. Nuestro camino hacia fuera de la crisis llama primero a una consciencia generada espiritualmente. Eso quiere decir una consciencia que surja de la atención pura antes de arroparse con pensamientos y que es buena antes de intentar hacer el bien.
( Meditatio Newsletter, October 2012 )