Sabiduría Diaria 23.09.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, GB)
Somos indivisibles de esa fuente del ser. Estamos destinados a
convertirnos en aquello que nos da ser. No hay violencia en Dios. La justicia y la misericordia, que parecen incompatibles cuando estamos en conflicto con otros, se abrazan en Dios como amor. El amor, no la violencia, es el motivo de nuestro progreso y evolución. Entonces, cuando los seres humanos descienden a la violencia es porque fácilmente olvidamos, negamos o desconfiamos de lo que realmente somos y en lo que consiste nuestra humanidad común. Los animales no son violentos incluso cuando se comen unos a otros y compiten por el poder. Ellos están siendo ellos mismos. La violencia es un rechazo humano de nuestra verdadera naturaleza, una elección para retroceder.
(Meditatio Newsletter, April 2015)
Traducción WCCM Comunidad Mundial para la Meditacion Cristiana
Argentina.