Sabiduría Diaria 06.09.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BERE ISLAND, IRLANDA) El sanar es gracia que trabaja en y a través de lo natural. Es simplemente el estar abiertos a un poder más profundo o superior y convertirnos en seres humanos plenos, sin buscar ‘poderes sobrenaturales’. Jesús desalentaba la búsqueda de signos maravillosos, pero siempre existe el misterio. Los poderes de la plenitud que genera la sanación descansan en la energía divina y obscura de nuestro corazón que debe ser liberada para permitirle actuar. En las formas prehistóricas del arte celta, ya se vislumbran las espirales y las curvas que danzan. En el arte cristiano de nuestra tradición, más sofisticado y elegante, especialmente en las láminas iluminadas de los evangelios, esas espirales forman patrones intrincados y complejos que emergen de las mayúsculas del texto y van tejiendo su camino alrededor de la página. Retratan la red de la vida, bella en su ir y venir, en un movimiento continuo lleno de una salvaje y arremetedora energía siempre mantenida en un dinámico equilibrio. Sin cabos sueltos. ( Christian Meditation Newsletter, October 2011 )