Sabiduría Diaria 04.07.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, MONTE OLIVETO, ITALIA)
Podemos decir que nos desplazamos a un tercer nivel de motivación, lo cual creo que se cumple en todas las religiones, donde meditamos muy conscientes del significado de nuestra propia religión. Para mí, como cristiano, eso quiere decir que mi meditación se vuelve Cristocéntrica muy profundamente y mi unión con Cristo en su regreso al Padre se vuelve muy importante en mi práctica de meditación. Así que ya tengo mi colesterol en regla, me doy cuenta que comienzo a ser una persona más amable, o al menos que mi ego se reduce un poco y entonces puedo comenzar a estar consciente del misterio real de Cristo en mi jornada espiritual. Eso será sin duda una experiencia diferente para el taoísta o el budista o el musulmán. Sin embargo es el mismo proceso, la misma evolución que está sucediendo en todos nosotros.
(The Contemplative Dimension of Faith, Meditatio Series 2012B)