Sabiduría Diaria 26.05.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, SUIZA)
Jesús era una persona íntegra y plena. Era él mismo. No estaba actuando ni pretendiendo ser algo. Estaba siendo simplemente él mismo. Esta autoridad es lo que impresionó a sus contemporáneos, pero muchas veces les enojaba también. Sus enseñanzas se reflejan en su vida: el trascender el ego, dejar nuestro yo atrás. Sus enseñanzas morales y sociales lo expresan. Cuando nos dice que amemos a nuestros enemigos, es una manera de trascender nuestro ego. Cuando estamos enemistados o somos hostiles hacia otros, es nuestro ego que se está aferrando al resentimiento o al deseo de castigar o de venganza. Y de esa manera el ego se ve atrapado en el ciclo de violencia. Jesús es entonces un maestro de la no-violencia pues es un maestro de cómo trascender al ego. Su palabra para esto es el Reino.
(Jesus and Buddha, A Dialogue between Laurence Freeman and the Dalai Lama)