Sabiduría Diaria 24.04.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, SINAI, EGIPTO) Creo que normalmente recordamos cuando fue que empezamos a meditar. Las instrucciones de sentarnos, cerrar los ojos y comenzar a repetir el mantra. Podría ser, que como me sucedió a mí, no lo entendamos muy bien, pero la simplicidad del método nos atrae, nos atrae su intimidad, nos atrae esa pobreza de espíritu que nos es ofrecida. La simplicidad radical nos permite comenzar. Y entonces pensamos que será fácil. Para nuestro desengaño, descubrimos que no es tan fácil. Nuestra mente se ve distraída constantemente por nuestra actividad mental, estamos pensando lo que vamos a hacer el resto del día, llamadas pendientes, lo que debemos comprar en el supermercado, el último programa de televisión, nuestras fantasías, ansiedades viejas, pequeñas distracciones que se van apareciendo. Y entonces pensamos que en realidad estamos perdiendo el tiempo. Y mucha gente se da por vencida en esa etapa. Pero es menos frecuente que lo dejemos si sentimos que estamos meditando dentro de una tradición de sabiduría que nos puede ayudar a entender lo que vamos a experimentar y también si tenemos otros para apoyarnos. (Map of the Journey, Meditatio Series 2011 C)