Sabiduría Diaria 12.04.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, CANADA) Cuando Jesús nos dice que no nos preocupemos, no está negando la realidad de los problemas diarios. Lo que quiere es que abandonemos la ansiedad, no la realidad. Aprender a no preocuparnos es un trabajo duro. Su enseñanza es que la consciencia es más que los pensamientos o los sentimientos que ocupan nuestra preocupación por el cuerpo. Hay que considera al alma y al espíritu. Y entonces, a pesar del déficit de atención desordenada en que vive nuestra mente moderna, puede ser capaz de estar en quietud y trascender estas fijaciones. En la profundidad descubre su propia claridad donde está en paz y libre de ansiedad. La mayoría de nosotros tenemos alrededor de una media docena de preocupaciones favoritas, las cuales estamos chupando como algo agridulce incesantemente. Nos sentiríamos con miedo si nos las quitaran. Ese es el reto que nos pone Jesús: trascender el miedo a dejar ir la ansiedad, el miedo que tenemos de la paz en sí misma. La práctica de la meditación es una manera de aplicar su enseñanza sobre la oración. Y es una prueba de que la mente humana puede escoger no preocuparse. (The Goal of Life, Meditatio Series 2005 B)