Sabiduría Diaria 13.03.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA)
Uno de los frutos de esta práctica de meditación es que nos volvemos más atentos. Tuve en una ocasión un alumno en Georgetown que me decía que había estado meditando por una semana con regularidad y de manera muy disciplinada, al final de la semana, su esposa le dijo: “Jim, espero que sigas meditando”. Y se dio cuenta también que cuando caminaba al colegio cada día, se percataba de por dónde caminaba, de lo que le rodeaba, del clima, los árboles, las construcciones y la naturaleza. Me dijo: “Nunca me había dado cuenta de ello y de repente lo estaba notando.” Eso era atención plena: simplemente estar más atento, más observador. También se dio cuenta de que a la gente con la que estaba trabajando en la escuela le estaba cayendo mejor. Tal vez era que él mismo se estaba queriendo más, o que estaba siendo él mismo más tiempo, menos controlador, menos manipulador y menos egocéntrico.
(Finding Oneself 2, Meditatio Series 2017 D)