Sabiduría Diaria 06.03.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, EEUU) En términos bíblicos, la palabra que equivale a maya en el nuevo testamento, es ‘mundo’. Es algo que vemos como un show de magia, como televisión, un encuentro superficial de fuerzas – muy seductor, muy poderoso, interesante, pero formado por imágenes básicamente. Esto es como creo que debemos entender el mundo tal como lo describe la escritura: ‘No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre’ (Jn 2:15). Entonces ¿Qué es el mundo? Pues es este programa de televisión, fantasmagórico, brillante y seductivo, pero formado por imágenes, ‘Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo. El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (Jn 2:16-18). Esto se malentiende fácilmente. Creamos una dicotomía entre el mundo y la Iglesia, o el mundo y la religión y el mundo y la espiritualidad; así que ese enunciado es difícil de entender. Pero creo que el practicante contemplativo, o alguien que empieza a entrar en esto en su propia experiencia, haciendo el trabajo del silencio, será capaz de entender lo que significa. (Finding Oneself 2, Meditatio Series 2017 D)