Sabiduría Diaria 11.01.2018
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BONNEVAUX, FRANCIA)
La capacidad para la contemplación es naturalmente humana. Aun aquellos que se convencen de no poder meditar tienen el don y la capacidad tanto para disfrutar del presente como para trascender. Los niños y los ateos atestiguan esta universalidad e incondicionalidad del don de contemplación. Es, como Jesús sabía, una verdad muchas veces escondida para la gente sabia y cultivada y revelada a simples niños. Nunca es la posesión del religioso. En un mundo vuelto loco, este recurso tiene un significado inconmensurable. La persona contemplativa canaliza el enojo hacia acciones reconstructivas y sanadoras. Purificando y reformando la religión y por tanto ayudándonos a ver el nuevo papel que la religión debe jugar en el futuro. Corrige y sana; no como muchos remedios hoy en día, que nos vuelven más locos.
(A Letter from Laurence Freeman OSB, Meditatio Newsletter, December 2017)