Sabiduría Diaria 06.11.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA)
Benito y los fundadores iniciales del monasticismo entendían que el compromiso monástico era como un segundo bautismo en el que el verdadero significado de las promesas cristianas se redescubre. Benito advierte de los duros retos de este camino de auto renunciación y enfatiza la libertad que debemos sentir al comprometernos a ello. Pero, inmediatamente dice, después de un encuentro inicial con lo duro de la disciplina, llegamos a ‘ir por el camino de los mandamientos del Señor con una dulzura inefable de amor’. Tal vez tomar una práctica contemplativa es como iniciar la vida monástica, las dos son un re-bautizo y un re-descubrimiento de lo que significa el discipulado. Debido a que la meditación crea comunidad, pronto nos encontramos dentro de una ‘escuela al servicio del Señor’. El Maestro de la escuela nos enseña a cada quien específicamente como hemos de servirlo y que tipo de trabajo estamos llamados a realizar.
(Marvellous paradoxes, Laurence Freeman Blog)