Sabiduría Diaria 08.10.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, MEXICO)
El ser auto centrado no se puede reconciliar con el perdonarnos a nosotros mismos. Tampoco es suficiente que Jesús diga que la virtud es su propia recompensa. Ser virtuosos implica que naturalmente seremos recompensados. Pronto encontramos que las mismas cadenas de egoísmo están ligadas a esta respuesta también. La concepción del ego sobre el mérito deseado y merecido, que tantas veces yace en el fondo de la religion, se ve , de hecho, negada en la enseñanza evangélica. La gran llamada al discipulado, es el renunciar a todo 'por mí y por el evangelio', no por esperar alguna recompensa personal. Las expectativas de mérito en las mentes de los trabajadores que trabajaron en el viñedo todo el día se vieron rotas rudamente cuando el dueño dio la misma recompensa a los trabajadores que llegaron al final del día. No es justo, murmura el ego.
(A Letter from Laurence Freeman March 2013, Laurence Freeman Blog)