Sabiduría Diaria 02.10.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, GB)
La Trinidad es una de las más bellas y profundas percepciones que la humanidad ha podido concebir. Explica la naturaleza definitiva de la realidad - en la medida de lo posible - con una metáfora que resuena en cada nivel de experiencia, pues el amor se siente en cada nivel. Cuando experimentamos amor nos cambia como personas y cómo vemos la realidad. Incrementalmente, si la experiencia permanece y somos fieles a ella, los límites entre nuestro yo y los otros se redefinen, a veces disolviéndose juntos pero sin destruir la maravillosa realidad de cada identidad única que se encuentra con otra y uniéndose pero volviéndose diferente de nuevo para reunirse ahora de manera más profunda, enamorándonos, no solo románticamente sino desde lo más profundo de nuestro ser. Es lo que los místicos cristianos llaman una intoxicación sobria, una obscuridad luminosa. Sólo una paradoja puede expresar la experiencia de amor conforme el ego aislado se ve desentronizado y un nuevo sentido de unión compartida se hace posible.
(A Letter from Laurence Freeman, April 2009)