Sabiduría Diaria 31.08.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BONNEVAUX, FRANCIA) Muchas de nuestras ideas sobre la bondad están revueltas con ideas sobre la maldad. Juzgamos lo bueno en contraste con lo malo. Esto parece en cierto modo un contraste sin sentido, pero es parte de una forma de ver en dualidades que la Encarnación trasciende. Si Dios se ha humanizado, la más básica de las divisiones ha sido transcendida. Cuando, como los primeros maestros dijeron, él “se hizo humano para que nosotros podamos convertirnos en Dios” todo el plan de juego cambia. ¿Es lo bueno solo lo mismo que una conducta ética (seguir las reglas, no hacer el mal)? El regalo de Navidad dice que no. Una nueva manera de percepción ha penetrado en el mundo material y en el área de dominio humano, que dice que lo bueno que “es” Dios, trasciende nuestras distinciones usuales entre el bien y el mal, dejándolas atrás. No quiere decir que esté bien robar, matar, mentir o explotar a los demás. Pero dice que Dios no nos castigará si lo hacemos. El castigo para esa conducta está envuelto en nuestros modos de rechazar el regalo del bien verdadero. Es porque Dios no castiga, aún en Herodes o los carniceros de Peshawar nosotros tenemos la posibilidad de ver la bondad que Dios es, de una manera que expone y quebranta todas las oscuridades humanas. Y también nos da el valor para confrontarlas. (A Letter from Laurence Freeman, 2014/04)