Sabiduría Diaria 20.08.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, EEUU)
Se nos enseña desde muy jóvenes que debemos estar agradecidos por los regalos que recibimos o por los privilegios de nuestras vidas. Pero nos lleva mucho tiempo ser capaces de ver y apreciar de verdad esas cosas que deberían despertar espontáneamente nuestro espíritu de gratitud, sobre todo no por las cosas que tenemos sino por el hecho de que existimos. Fácilmente nos enfocamos en nuestros descontentos y nuestros deseos insatisfechos. Damos por descontado las cosas verdaderamente bendecidas de la vida que nos conectan directamente con el don mismo de existir. Si temporariamente se oscurecen, podemos decir con desencanto o desesperación “esto prueba que solo son ilusiones”. Sin embargo, vivir sin este sentimiento instintivo de gratitud nos arriesga a descender al abismo y a caer del angosto puente que caminamos entre el nacimiento y la muerte.
(A Letter from Laurence Freeman, 2014/04)