Sabiduría Diaria 29.06.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BERE ISLAND) Si no queremos estar quietos, dejar ir nuestro afán de resolver problemas, dejar ir nuestros deseos y recuerdos, no podremos (en el curso ordinario de las cosas) saber nunca que significa la quietud. Nuestro deseo de estar quietos – buscar, preguntar, tocar la puerta – como Jesús lo describió – puede al principio competir con nuestras otras necesidades. Queremos y necesitamos muchas cosas. Pero no es un deseo como otro deseo. La meditación transforma todo deseo pero sólo si la practicamos. Pensar acerca de la meditación o sólo querer meditar no es en sí un viaje espiritual. Pero si practicamos vamos a ver como la meditación es la radicalización de todo deseo, el camino estrecho en el que dejamos todo excepto lo que más queremos. (A Letter from Laurence Freeman, 2009/02)