Sabiduría Diaria 01.06.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, FILIPINAS) Decir el mantra, como comenta Casiano, recoge todas las emociones de la naturaleza humana y nos ayuda a ajustarnos a todas las situaciones. Es un acto eucarístico porque, al igual que la Eucaristía, revela y celebra la presencia real. Despierta un gusto por las escrituras que puede iluminar el significado de cualquier experiencia por la que estemos atravesando. Llega a la raíz de cualquier miedo, incluyendo el miedo a morir pues nos ayuda a vivir en el momento presente que incluye la continua consciencia de la muerte. La muerte y la resurrección suceden en el momento mismo. Finalmente, es un acto de la más pura bondad para nosotros y al hacernos sentir mejor acerca de nosotros, nos libera y genera amor hacia los otros. (Meditatio Newsletter 2009/04, Laurence Freeman)