Sabiduría Diaria 04.05.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, GB)
La enfermedad y el infortunio a menudo despiertan un sentimiento de culpa o reproche, ya sea que seamos nosotros u otros los que sufran. Dios, piensa el ego, premia a los buenos y castiga a los malos. El ego es siempre sensible sobre su reputación. La sanación, sin embargo, revela esta falacia. Las heridas pueden sanar, la enfermedad puede traer la salud más profunda que hayamos vivido, y ser aplastado puede llevarnos a ser elevados más alto y más sanos de lo que hubiéramos imaginado. Aun más, el sufrimiento puede ser redentor.
(Meditatio Newsletter 2017/01, Laurence Freeman)