Sabiduría Diaria 17.04.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN,IRLANDA)
Hay un único camino de sanación. La sanación es el anfitrión en la casa de huéspedes del “yo”. Como Rumi, Simone Weil comprendió que el huésped que llega sin que lo esperemos puede estar vestido de gozo o sufrimiento, de placer o dolor. Pero “todos han sido enviados como una guía desde el más allá”. Cuando los problemas surgen se pueden solucionar – cuando es posible – pero además, siempre tienen que ser comprendidos. La toma de conciencia es parte de la cura. Tomar medicamentos continuamente sin comprender qué significa el dolor o qué lo está causando no es sanar. De modo similar, esperar que toda sanación venga desde afuera de uno mismo es reduccionismo y refleja una absurda dependencia de lo externo.
(Meditatio Newsletter 2015/01, Laurence Freeman)