Sabiduría Diaria 21.03.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA)
Las distracciones con las que tenemos que tratar en cada meditación son con frecuencia las ondas visibles de estas profundas corrientes y patrones de las mareas de nuestra conciencia personal. Son formas personalizadas de fuerzas universales. Son las olas de estos movimientos del alma que golpean la costa de conciencia mental, suavemente o como en una tormenta. Dejándolas a un lado, pacientemente cambiamos los patrones del océano. El silencio es el trabajo de dejar de lado los pensamientos y retornar al puro, no objetivizante trabajo de la atención que hace a la meditación un trabajo de amor.
(Christian Meditation Newsletter 2013/02, Laurence Freeman)