Sabiduría Diaria 05.03.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, GB)
Nuestros pensamientos son como el tráfico en una carretera. Hay horas pico y también hay reparaciones o accidentes en nuestra mente también. Como autos, los pensamientos fluyen en carriles diferentes, algunos más lentos que otros y otros más llamativos, todos en diferentes niveles de consciencia. A veces los pensamientos se salen de su cauce y nos confundimos o entramos en pánico. Así como el tráfico, la mayoría del tiempo nuestros pensamientos durante la meditación nos llaman la atención, superficialmente y momentáneamente. Los vigilamos, por si las dudas y checamos el espejo retrovisor de la memoria buscando un sentido adicional de seguridad. En el tráfico pesado, toda esta atención pasajera nos deja cansados y estresados. En la meditación, la atención profunda, sostenida y constante, que es a la vez el trabajo y el camino de la meditación, nos deja refrescados y clarificados. Es el trabajo que nos renueva más que absorber nuestra energía.
(Christian Meditation Newsletter 2011/01, Laurence Freeman)