Sabiduría Diaria 01.03.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BERE ISLAND, IRLANDA)
La comunidad solamente se da cuando trasce
ndemos el ego. La falsa comunidad – como una tiranía o un grupo de personas que cohabitan solamente por su propia seguridad y conveniencia – genera lo opuesto. Nos permite escondernos detrás de nuestro ego, muchas veces con pretensiones piadosas o altruistas, protegiéndolo más que trascendiéndolo. La meditación crea comunidad donde quiera que se practique simplemente porque trasciende al ego y aún una poco trascendencia es suficiente para revelarnos la verdadera naturaleza de nuestro yo y nuestra relación con los otros. Debido a que esta revelación de nuestra bondad esencial y nuestro potencial para la comunión es tan excitante la comunidad es atractiva de una manera muy poderosa, aunque pronto se vuelve ‘retadora’. Dejar a un lado nuestra ilusión de ser un observador externo es muy preocupante para el ego y sin embargo estando en comunidad, como cuando meditamos o en una buena liturgia, no puede haber observadores.
(Christian Meditation Newsletter 2011/01, Laurence Freeman)