Sabiduría Diaria 17.02.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, BERE ISLAND, IRLANDA) La meditación nos permite trascender la división, la dualidad y la fragmentación de nuestra idea de lo divino y entrar en la experiencia sanadora del único Dios. Gradualmente, el efecto acumulativo de la meditación purifica el corazón y permite la visión de Dios. El ojo como lámpara del cuerpo, del que Jesús habla, se desarrolla a través de la unión de nuestra consciencia. La duplicidad en nuestra visión se une en una mayor coincidencia de opuestos. Y aun así, el regalo de un pastel de manzana caliente con crema pastelera hecha en casa revela una bondad y una amabilidad en el corazón de la naturaleza humana que son nuestra verdad universal. La prueba de esto la tenemos en Cuaresma y Pascua, que combinan preparación y celebración cada día, de una manera simple y ordinaria, que sólo el niño o el sabio logran ver con claridad. (Christian Meditation Newsletter 2007/01, Laurence Freeman)