Sabiduría Diaria 09.01.2017
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, FRANCIA)
Para la mente adicta al ruido y la novedad, el silencio parecerá un vacío negativo. En verdad es un vacío lleno del grado de potencial que concuerda con el nivel de silencio alcanzado. En última instancia, hasta que caemos más allá de los límites, en un «orden sin orden», en la libertad que es la vida del Espíritu, en el silencio que es Dios. Meister Eckhart describe esto, en el lenguaje místico de la paradoja, cuando dijo: “En la contemplación nos quedamos embarazados de la nada y en la nada nace Dios. Dios engendra a Su Hijo en nuestra alma. Dios me engendra como Su Hijo”.
(Meditatio Newsletter December 2016 Laurence Freeman)