Sabiduría Diaria 04.12.2016
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA)
Los maestros cristianos están conscientes de esta dimensión espiritual de su profesión – y no sólo en relación con la religión. Un maestro es un sacramento de Jesús en su papel de maestro, al igual que un sacerdote significa el sacerdocio universal de Cristo. Maestro y sacerdote son dos papeles que se complementan en la comunidad cristiana. El maestro es un modelo de Jesús – como parte del grupo de maestros, no como un maestro substituto. Siendo esto cierto, entonces los maestros están, por la naturaleza de su vocación – más que de su trabajo – abiertos a un nivel contemplativo. Eso significa que intuyen la presencia íntima de Dios en todas las relaciones humanas y son especialmente sensibles a esta presencia en la delicada y poderosa relación que tenemos con los niños. Llamado o no, nombrado o no, Dios está presente. El buen maestro, el maestro contemplativo, verá el trabajo de Dios aun en los niveles más ordinarios de comunicación e instrucción.
(Teaching as a Christian Art and Ministry, Laurence Freeman OSB)