Sabiduría Diaria 03.12.2016
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(FOTO: LAURENCE FREEMAN, INGLATERRA)
Sin importar la materia que estén enseñando, los maestros son más que entrenadores, instructores, programadores o administradores. Tienen, en cualquier visión cristiana de su profesión, una calidad sacerdotal. Enseñar es algo más allá de las actividades del salón de clase o programas de estudio. Enseñar es algo que se realiza a través de una relación personal marcada por un grado especial y adecuado de desapego y compromiso, cercanía y distancia. Es un trabajo satisfactorio, de placer y gozo, lo encontramos en la relación con el estudiante y por tanto se vuelve mutuamente enriquecedor. La dimensión trascendente se genera dentro de la reciprocidad y el vínculo de la relación. Siempre que se da este nivel de relación el Espíritu Santo está trabajando pues es relación y se manifiesta como relación. Jesús nos ha ‘enviado’ esta experiencia de relación, tal como el la conoce. En otras palabras, desea que la conozcamos a través de una participación activa y digna, no como rompe-fiestas o compradores de escaparate.
(Teaching as a Christian Art and Ministry, Laurence Freeman OSB)