Sabiduría Diaria
(FOTO: LAURENCE FREEMAN, AUSTRALIA)
Existe un muy conocido canto litúrgico en círculos cristianos que inicia con el versículo completo y progresivamente se reduce a una sola palabra: Estén. Nos recuerda la ‘pequeña voz’ o la ‘brisa como suave murmullo’ en la historia de Elías escondiéndose en el desierto y eventualmente encontrando a Dios en la quietud y el silencio más que en el drama y la tormenta. (1 Reyes 19:12). Este verso del salmo 46 revela la silenciosa y a veces pasada por alto dimensión contemplativa en el corazón de todas las tradiciones religiosas. Elías escucha o experimenta una importantísima pregunta por parte de Dios después de la tormenta, el fuego y el terremoto: ¿Qué estás haciendo aquí? Sin embargo, la clave del versículo no está en la pregunta. Dios normalmente nos enseña confrontándonos con preguntas más que contestándolas. Preferimos respuestas porque es más fácil y nos producen la sensación de que estamos correctos. El significado de este versículo, sin embargo, está en su propio contexto.
(Be Still and Know that I am God (Ps 46:10), Laurence Freeman OSB) - Estén quietos y conocerán que soy Dios -