Juan de la Cruz decidió lanzarse hacia Dios sin miedo por eso es un testigo del impacto de Dios en su vida. El se arriesgo a rendirse. Proclama ese Dios que ansia encontrarnos y satisfacer nuestras necesidades más profundas. Su Dios es ante todo poesía. A través de su poesía vemos cómo fue transformado por el amor de Dios. Al descubrir como él fue transformado de tan sublime, perfecta y tan elevada manera por amor,  nos invita a confiar y a decidirnos también ser valientes para emprender este viaje hacia el encuentro con el más cierto y perfecto amor.

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Los místicos nos dan claves puntuales para despertarnos...
Para reconocer los distractores que nos apartan de nuestro camino de retorno hacia el Amor ... 
La doctrina  de Juan de la Cruz nos revela estos  secretos 
Estas charlas ofrecen  un acercamiento a esta doctrina universal

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